lunes, 31 de marzo de 2008

Abran de par en par las puertas a Cristo


Discípulos y Misioneros de Jesucristo
para que nuestros pueblos en Él tengan vida
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 16,4)
¡No teman! ¡Abran, más todavía, abran de par en par las
puertas a Cristo!…quien deja entrar a Cristo no pierde
nada, nada –absolutamente nada– de lo que hace la
vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se
abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se
abren realmente las grandes potencialidades de la condición
humana. Sólo con esta amistad experimentamos
lo que es bello y lo que nos libera… ¡No tengan miedo
de Cristo! Él no quita nada y lo da todo. Quien se da a
Él, recibe el ciento por uno. Sí, abran, abran de par en
par las puertas a Cristo y encontrarán la verdadera
vida.
Documento de Aparecida.