viernes, 5 de octubre de 2007

Confía en mi!

Déjame el cuidado de tus cosas & todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí todo se resolverá con tranquilidad según me designio.
No te desesperes, no me dirijas una oración agitada como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma & dime con calma JESÚS YO EN TÍ COMFÍO.
Evita las preocupaciones & angustias & los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropeés mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios & actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí.
Reposa en mí & deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: JESÚS YO CONFÍO EN TÍ.
Lo que mas daño hace es tu razonamiento & tus propias ideas & querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices JESÚS, YO CONFÍO EN TÍ, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero sugiere el modo de hacerlo.
Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO. Si crees que las cosas se empeoran o se complican a pesar de tu oración sigue confiando. Cierra los ojos del alma & confía. Continúa diciéndome a toda hora JESÚS YO CONFÍO EN TÍ.
Necesito las manos libre para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Confía sólo en Mí, abándonate en Mí.
NO TE PREOCUPES, HECHA EN MÍ TODAS TUS ANGUSTIAS & DUERME TRANQUILAMENTE.
Dime siempre: ¡ JESÚS YO CONFÍO EN TÍ !, & verás grandes milagros.
TE LO PROMETO POR MI AMOR.

Pedalea con el señor!!!!!!!!!

Al principio veía a Dios como alguien que me observaba, como un juez que llevaba la cuenta de lo que hacía mal, para ver si merecía el cielo o el infierno cuando muriera.
Era como un presidente, reconocía su foto cuando lo veía, pero realmente no lo conocía. Pero luego pareció como si la vida fuera un viaje en bicicleta, pero era una bici de a dos, y noté que Dios viajaba atrás y me ayudaba a pedalear.
No sé cuándo sucedió, no me di cuenta cuándo fue que Él sugirió que intercambiáramos lugares, pero mi vida no ha sido la misma desde entonces... mi vida con Dios es muy emocionante.
Cuando yo tenía el control, yo sabía a donde iba. Era un tanto aburrido pero predecible. Era la distancia más corta entre dos puntos. Pero cuando Él tomó el liderazgo, Él conocía otros caminos, caminos diferentes, hermosos, por las montañas, a través de lugares con paisajes, velocidades increíbles. Lo único que podía hacer era sostenerme, aunque pareciera una locura Él sólo me decía: ¡Pedalea! Me preocupaba y ansiosamente le preguntaba: ¿A dónde me llevas? Él sólo sonreía y no me contestaba, así que comencé a confiar en Él.
Me olvidé de mi aburrida vida y comencé una aventura, y cuando yo decía: “estoy asustado”, Él se inclinaba un poco para atrás y tocaba mi mano. Él me llevó a conocer gente con dones, dones de sanación y aceptación, de gozo. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en nuestro viaje. Y allá íbamos otra vez. Él me dijo: “comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra si los guardas para ti”. Y así lo hice, encontré que en el dar yo recibía y mi carga era ligera.
No confié mucho en Él al principio, en darle el control de mi vida. Pensé que la echaría a perder; pero Él conocía cosas que yo no sabía acerca de andar en bici, secretos extraordinarios.
Él sabía cómo doblar para dar vueltas cerradas, brincar para librar obstáculos llenos de piedras, inclusive volar para evitar horribles caminos. Y ahora estoy aprendiendo a callar y pedalear por los más extraños lugares, y estoy aprendiendo a disfrutar de la vista y de la suave brisa en mi cara y sobre todo de la increíble y deliciosa compañía de Dios.
Y cuando estoy seguro de que ya no puedo más, Él sólo sonríe y me dice: “¡Pedalea!”

ven espíritu ven

VEN ESPIRITU VEN,
Y LLENAME SEÑOR
CON TU PRECIOSA UNCION
PURIFICAME Y LAVAME
RENUEVAME, RESTAURAME, SEÑOR,
CON TU PODER.

PURIFICAME Y LAVAME
RENUEVAME, RESTAURAME, SEÑOR
TE QUIERO CONOCER.

Ven espiritu ven




Marcos Barrientos