jueves, 17 de julio de 2008

La mas segura prueba de amor


No te desanimes ante la cruz. La más segura prueba de amor consiste en sufrir por el amado.

Si Dios sufrió tanto por amor, entonces el dolor que sufrimos por él se vuelve tan adorable como el mismo amor. En medio de los problemas en los que el Señor te coloque, sé paciente y adáptate alegremente al Corazón de Dios con la conciencia de que todo es un juego permanente que proviene de tu Amado.

Cuanto más afligida estés más debes alegrarte, porque en el fuego de la tribulación el alma se vuelve oro puro, digno de brillar en el cielo.

No te desalientes si la naturaleza te reclama comodidades. La naturaleza humana de Jesús también lo llevó a pedir que el cáliz del dolor le fuera alejado.

Normalmente la naturaleza humana busca huir del sufrimiento, porque el hombre fue creado para gozar de la felicidad. Mientras vivamos en esta tierra siempre sentiremos una natural aversión al sufrimiento.

Ten por seguro que, si en lo más profundo de nuestro corazón somos capaces de someterlo todo al amor de Dios, nuestra natural aversión humana se convertirá en causa de mérito para nosotros.Ayxa

Posts: 28
Joined: Fri Apr 06, 2007 10:00 pm

Coloquio amoroso

Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo.
Decidme ¿en qué me detengo?
O Vos ¿en qué os detenéis?

Alma ¿qué quieres de mí?
-Dios mío no más que verte.
-Y ¿qué teméis más de ti?
- Lo que más temo es perderte.

Un alma en Dios escondida
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y en amor toda escondida
tornarte de nuevo a amar?

Un amor que ocupe os pido,
Dios mio, mi alma os tenga,
para hacer un dulce nido
adonde más la convenga.

Hola , señor me escuchas?


Muchas veces en oración siendo llevada por tu santo espiritu de la mano, me he preguntado, y te he preguntado,Señor escuchas mi oración?.
La palabra dice que si dos o tres se reunen en tu nombre, en medio de ellos estas tu.
Nuestra oración es de tu agrado?
Siento Señor que nuestra plegaria se eleva y llega a tu mismo corazón, que tu quieres que pidamos, que descansemos en ti , que aflojemos nuestras angustias y presiones del mundo, y que luego que entra en tu corazón , tu la devuelves como rocío de bendiciones y gracias.
Gracias Señor por escucharnos, gracias por lo que nos das, que no valoramos, gracias señor por enseñarnos a orar, gracias señor por enviar a tu santo espiritu en auxilio de nuestra debilidad.

He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas (Isaías 38, 1-6. 21-22. 7-8)

He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas (Isaías 38, 1-6. 21-22. 7-8)
En aquellos días, Ezequías cayó enfermo de muerte, y vino a visitarlo el profeta Isaías, hijo de Amós, y le dijo: "Así dice el Señor: "Haz testamento, porque vas a morir sin remedio y no vivirás.""

Entonces, Ezequías volvió la cara a la pared y oró al Señor: "Señor, acuérdate que he procedido de acuerdo contigo, con corazón sincero e íntegro, y que he hecho lo que te agrada." Y Ezequías lloró con largo llanto.

Y vino la palabra del Señor a Isaías: "Ve y dile a Ezequías: Así dice el Señor, Dios de David, tu padre: "He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas. Mira, añado a tus días otros quince años. Te libraré de las manos del rey de Asiria, a ti y a esta ciudad, y la protegeré.""

Isaías dijo: "Que traigan un emplasto de higos y lo apliquen a la herida, para que se cure." Ezequías dijo: "¿Cuál es la prueba de que subiré a la casa del Señor?" Isaías respondió: "Ésta es la señal del Señor, de que cumplirá el Señor la palabra dada: "En el reloj de sol de Acaz haré que la sombra suba los diez grados que ha bajado."" Y desandó el sol en el reloj los diez grados que había avanzado.

. Una Vida Prolongada
1.1 El texto de la primera lectura nos deja ver un momento existencialmente muy profundo: Ezequías, que se sabía enfermo, debe afrontar la realidad de una muerte próxima. Aunque no se rebela, sí se resiste: ora con ardor al Señor presentando su vida honesta y recta como un argumento para pedir más tiempo para vivir. ¿Cómo no reconocernos en su actitud? Si pensamos en tantos y tantas de nuestros contemporáneos que un día tienen que afrontar la noticia espantosa de una muerte muy próxima, por ejemplo por un cáncer, entendemos a Ezequías fácilmente.

1.2 La señal que Dios da para aumentar la fe de Ezequías es casi más grande que la misma prolongación de su vida maltrecha por la enfermedad. Con el símbolo del reloj que retrocede las horas Dios muestra que el tiempo está en sus manos: lo pasado, lo presente y lo futuro. Finalmente, de hecho, el rey obtiene lo que quería y sus años se prolongan.

1.3 Y sin embargo, si lo miramos bien, todo esto, maravilloso y todo como es, no deja de ser el aplazamiento de un dolor. Una muerte aplazada, sea por un milagro de un profeta o un milagro de un buen hospital del siglo XXI, sigue siendo muerte. La solución de la muerte no será aplazarla sino vencerla, y eso no vendrá por el milagro de una curación sino por la potencia de la resurrección.

Fray Nelson Medina

CORAZÓN ENSANCHADO

Tú no juzgaste, Jesús, a las personas,
sino que siempre te compadeciste precisamente
de quienes se sienten pobres y despojados,
de quienes se sienten rechazados por ser pecadores.
Tú eres compasivo con nosotros,
pobres seres humanos.
La Biblia lo llama «misericordia».

Regálame tu misericordia
para que yo sea misericordioso
conmigo mismo.
A menudo reacciono sin misericordia
frente a mis propios errores y debilidades.
Me juzgo continuamente
y eso me hace desear tu corazón,
que se compadece en lugar de juzgar.

Si soy misericordioso conmigo mismo,
podré tener entrañas de misericordia
para con los seres humanos
que no pueden aceptarse a sí mismos.
Anhelo un mundo más misericordioso
que el nuestro, tan intolerante.

Haz que tu espíritu de misericordia
penetre cada vez más hondamente
en mi corazón
para que mi alma se ensanche.
Para que yo,
con un espíritu ensanchado,
invite a las personas que me rodean
a verse a sí mismos
con ojos bondadosos.


Tú no juzgaste, Jesús, a las personas,
sino que siempre te compadeciste precisamente
de quienes se sienten pobres y despojados,
de quienes se sienten rechazados por ser pecadores.
Tú eres compasivo con nosotros,
pobres seres humanos.
La Biblia lo llama «misericordia».

Regálame tu misericordia
para que yo sea misericordioso
conmigo mismo.
A menudo reacciono sin misericordia
frente a mis propios errores y debilidades.
Me juzgo continuamente
y eso me hacer desear tu corazón,
que se compadece en lugar de juzgar.

Si soy misericordioso conmigo mismo,
podré tener entrañas de misericordia
para con los seres humanos
que no pueden aceptarse a sí mismos.
Anhelo un mundo más misericordioso
que el nuestro, tan intolerante.

Haz que tu espíritu de misericordia
penetre cada vez más hondamente
en mi corazón
para que mi alma se ensanche.
Para que yo,
con un espíritu ensanchado,
invite a las personas que me rodean
a verse a sí mismos
con ojos bondadosos.


Anselm Grün en "¡Entra en contacto!" (Sal Terrae)