sábado, 30 de agosto de 2008

Mateo 25,14-30.

El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje,
llamó a sus servidores y les confió sus bienes.
A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada
uno según su capacidad; y después partió. En seguida,
el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros
cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,
pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.

Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus
servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros
cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los
otros cinco que he ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste
fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del
gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has
confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'.
'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco,
te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que
eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no
has esparcido.
Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!'.
Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que
cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido,
tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo
hubiera recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez,
porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se
le quitará aun lo que tiene.
Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y
rechinar de dientes'.


Comentario. El Señor nos ha dado talentos, dones, carismas, pero que hacemos con ellos, los hacemos producir en función del crecimiento de la Iglesia o los guardamos para nosotros.?
Hermanos, cultiven los dones, háganlos crecer, regálenselos a sus hermanos de la comunidad, el Señor necesita que los compartan con otros hermanos, no sea que él les pida cuenta de los talentos y sean considerados servidores perezozos.