jueves, 13 de marzo de 2008

Conversión de Pablo



Conversión de San Pablo.

Quien era Pablo , o Saulo de Tarso?
Nació unos diez años después de Jesús. Pertenecía a una familia judía , pertenecía a la tribu de Benjamín, llevaba como timbre de orgullo pertenecer al grupo de los fariseos(estudiosos de la ley), decía que había nacido en Tarso, una ciudad famosa por su cultura helenista , y que los habitantes de esa ciudad eran reconocidos como ciudadanos romanos.
No se sabe muy bien como era físicamente , solo que su nombre significa pequeño eso hace pensar que era de corta estatura .
Estudiaba con Gamaliel, para profundizar sus creencias religiosas. Pablo dice en sus cartas que en su celo por la ley llegó a ser perseguidor de los cristianos(1cor 15,9;Gál 1,23;), que perseguía con furor a la iglesia y la arrasaba (gál,1,13).
Hechos, 9,1,9
Saulo , que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalen a los seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o mujeres. Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor. Y cayendo a Tierra , oyó una voz que le decía” Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” .
El preguntó: “¿Quién eres tu Señor?”” Yo soy Jesús, a quien tú persigues , le respondió la voz. Ahora levántate , y entra en la ciudad: allí te dirán que debes hacer” los que lo acompañaban quedaron sin palabra, por que oían su voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y , aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver , y sin comer ni beber.
Comentario: el perseguidor de los cristianos, el soberbio , se veía caído en el piso aturdido, confundido y ciego, había estado en la presencia del Señor, había tenido un encuentro personal con cristo resucitado, cayendo por lo majestuoso de su presencia .Desde allí escucha la voz del Señor que le pregunta por su nombre, por que lo persigue?? Y el pregunta quien eres tu señor? Yo soy Jesús, a quien tu persigues. Cuando se levanta y abre los ojos no veía nada. Todo su plan de vida se vino abajo. Un monje interpretó asi esta experiencia” Cuando Pablo no vió nada , entonces vió a Dios. Cuando desaparecieron de él todas las imágenes que se había formado de Dios, quedó libre para ver al verdadero Dios..en la oscuridad se le reveló el Dios de Jesucristo.
El camino a Damasco representa el camino de nuestras vidas, donde caminamos seguros de la manos de los placeres y de nuestra soberbia y de nuestra seguridad de hombres, de nuestra profesión , de la seguridad económica. Esa caída de Pablo representa nuestras caídas, cuando todo esta oscuro, cuando esos dioses terrenales se nos desmoronan , nos abandonan, y allí es cuando el señor aparece en nuestras vidas, desde ese desierto, el nos llama, y nos muestra su rostro, nos muestra su misericordia, él no nos pregunta nuestros pecados, solo nos perdona y nos da la gracia de su amor. Nos invita a compartir su reino, y los regalos de su reino. Nos da su amor El amor si lo tienes que mendigar no es amor, el amor no se mendiga , se merece. El señor solo sabe amar, vulnerables como somos el nos ama.
A Dios no lo debes entender debes aceptarlo, su amor no se entiende , te ama y listo por que te quiere amar o se le dio la ganas amarte .es difícil entender al señor, decimos esto no me cabe en la mente, es que no debe caberte en la mente , debe caberte en el corazón. Nos preguntamos por que me ama a mi que soy malo, bueno ese es el requisito para amarte. Esta es la gratuidad de su amor. Su amor esta allí siempre, esperando para derramarse en nuestros corazones. El corazón de la Renovación es el conocimiento personal y vivido de Jesucristo. Esto es el Evangelio. Es la primera declaración de la fe. Se lee en la Carta a los (Romanos 10):”Si tú confiesas con tus labios que Jesús es el Señor y tú crees en tu corazón que Dios le ha resucitado de entre los muertos, tú serás salvo”.Es la confesión de la fe. Y Pablo dice explícitamente: “Nadie puede decir Jesús es Señor sin la gracia del Espíritu Santo”. Esto es, decirlo con conciencia de lo que se dice es una gracia pura. Este conocimiento de Jesús es la primera gracia.
Rom,15,13
Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en uds. Por obra del Espíritu santo.
Momento de Reflexión , adoración al Santísimo, cantos de adoración , de invocación al Espiritu Santo.

viernes, 7 de marzo de 2008


No tengas miedo!
Ábrele las puertas a Cristo. Es tu Salvación.


A los que nos toca vivir esta hora grandiosa de la Historia, nos resultará siempre actual aquel grito que nos lanzó el Papa Juan Pablo II al inaugurar su pontificado: - ¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Jesucristo! Y se dirigía a todos: -No le tengáis miedo y abridle las puertas. Vosotros, que tenéis ya la dicha inestimable de creer. Vosotros, que vais buscando todavía a Dios. Y también vosotros, que camináis atormentados por la duda. ¡No tengáis miedo!... ¡Qué le vamos a tener miedo, por favor! Si en Jesucristo está nuestra salvación... Precisamente es lo que más queremos. Hacer una realidad lo que nos pedía un antiguo escritor de la Iglesia: Que Cristo se meta en tu respirar y en toda tu vida; entonces sabrás lo que es el fruto del verdadero descanso. Si hoy el mundo quiere respirar otros aires, nosotros no queremos respirar más que a Jesucristo, en quien tenemos nuestra paz y el descanso de nuestras almas. ¿Quién es Jesucristo?. .. Muchas veces nos hacemos y nos vamos a repetir esta pregunta. Pero nadie nos lo ha respondido como el apóstol San Pablo, cuando escribe: - En Cristo tenemos la redención, el perdón de los pecados. ¡Jesucristo es nuestro Salvador! - Él es imagen del Dios invisible, primogénito de Dios, existente antes que cualquier criatura. ¡Jesucristo es Dios! ¡Dios verdadero! ¿Más grande que Jesucristo, que es Dios? Nada ni nadie... - Todas las cosas han sido creadas por él y en vistas a él. ¡Jesucristo es el Creador, y el centro de todo lo que existe, porque todo converge en Él, y en Él se resume todo! - Él es el Cabeza de la Iglesia, el primero en haber resucitado de entre los muertos. ¡Jesucristo es y será siempre el primero en todo! - Por medio de Él, y por su sangre derramada en la cruz, Dios ha reconciliado consigo todas las cosas del cielo y de la tierra. ¡Jesucristo es nuestra paz, ya no somos enemigos de Dios, sino sus hijos y los herederos de su gloria! Hoy el mundo se debate en medio de muchas tragedias, que nos hacen sangrar el corazón a todos, porque todos tenemos corazón al ver las angustias que aplastan a tantos hermanos nuestros. Y no se arreglará nada con las armas, sino con el amor a Jesucristo. Una Religiosa valiente y un guerrillero nos dieron una lección que vale por miles de discursos en las Naciones Unidas. La Hermana Religiosa se mete a hablar con los bandoleros de Colombia, allá por los años sesenta. A uno le habló de Cristo, de la Virgen, del pecado... Y al final, el bandolero: - Hermana, yo le doy la pistola y usted me da su Crucifijo. Hacen el intercambio. La monjita valiente no utilizó nunca la pistola para matar, y el bandolero dejó de matar y daba miles de besos al Crucifijo... ¡Qué gesto tan significativo! ¡Qué realidad!... Si el mundo empieza a escuchar la voz de Jesucristo que llama; si el mundo empieza a amar a Jesucristo y ama como Jesucristo, que reparte amor; si el mundo empieza a hacer caso a Jesucristo, que nos enseña..., entonces el mundo se salvará, el mundo tendrá paz, el mundo será más feliz... Hoy constatamos a cada momento que allí donde entra Jesucristo entra con Él la felicidad. Hogares a lo mejor antes deshechos, apenas han permitido a Jesucristo meterse en ellos, se han convertido en mansiones de paz. Personas que vivían sin ideal, apenas conocido Jesucristo y decididas a hacer algo por El, se tornan verdaderos apóstoles, que recuerdan tanto a aquel convertido frente a las puertas de Damasco. Y es que Jesucristo es un verdadero revolucionario de almas. Es imposible aceptarlo y no sentir una transformació n total. Desaparece la vejez del pecado y aparece la novedad de la vida de Dios. Realiza Jesucristo lo que promete en el Apocalipsis: -Mirad que hago nuevas todas las cosas. Jesucristo nos sigue enseñando y guiando por los Pastores de la Iglesia, especialmente por su Vicario el Papa, y estaremos siempre atentos a la Doctrina de los Apóstoles, como aquella comunidad de Jerusalén, la de nuestros primeros hermanos en la fe. ¡Jesucristo, Señor! Nosotros creemos en ti. Y te escuchamos. Y te amamos. Y queremos seguir adelante con paso alegre, mientras nos dirigimos gozosos a tu encuentro... .

lunes, 3 de marzo de 2008


Consagrarse a María significa ponernos en sus manos, a su servicio y disposición. Y Ella nos guiará hacia Jesús. Consagrarnos a Ella significa dejarse llevar sin condiciones, sabiendo que Ella conoce mejor el camino y que podemos dormir tranquilos en sus brazos de madre. Consagrarse a María significa vivir permanentemente en su Inmaculado Corazón, dentro del Corazón divino de Jesús. Es dejar que Ella actúe por medio de nosotros. Es como prestarle nuestra lengua para que hable por nosotros y nuestro corazón para que ame a los demás por nuestro medio. En una palabra, es vivir en unión total con María para que podamos llegar a decir: Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí por medio de María. Por eso, un consagrado a María debe confiar plenamente en Ella y dejarse llevar por Ella sin condiciones.

Padre Ángel Peña, O.A.R.

Saludosssssssssssssssssssssssssssss



Quería saludar a todos los hermanos de diferentes partes del mundo que entran a mi blog .Sería bueno que dejen algún mensaje, para saber si les gusta , si les gustaría que incluyera algo, este blog , no es para mi , es para gloria de dios.Bendiciones.
Mi mail:stellamarisfernandez@fibertel.com.ar

sábado, 1 de marzo de 2008

¿VIENTO HURACANADO O AIRE ACONDICIONADO?

¿VIENTO HURACANADO O AIRE ACONDICIONADO?
Es común la figura del viento para referirse al Espíritu Santo. Sin embargo, para algunos este viento puede ser un huracán, como el día de Pentecostés, que llenó hasta los rincones más oscuros de la vida de los apóstoles y los convirtió en testigos con poder de Cristo resucitado. Otros, con excesivo tacto político al que llaman prudencia, reducen al Espíritu a un simple aire acondicionado que podemos graduar de acuerdo a la subjetividad o la conveniencia.
He aquí la diferencia:
El viento huracanado, como a Pablo, nos tira del caballo de nuestras seguridades humanas para preguntar: ¿qué quieres Señor que haga? El aire acondicionado hace lo que nosotros queremos. Somos nosotros quienes lo graduamos para nuestra conveniencia y comodidad. Por eso en vez de preguntar a El Señor por su inescrutable plan, afirmamos: Señor, haz esto, ayúdame aquí, ve allá, etc.

El viento huracanado no está emparentado con la lógica estática. Presenta siempre sorpresas. Es movimiento que no se detiene ante ninguna dificultad. El aire acondicionado está graduado a una temperatura constante: no hay cambios, todo está prefabricado, programado y en su lugar. El aire acondicionado impone una temperatura constante al ser humano. El aire acondicionado es fuego prendido en los huesos que no se puede extinguir, como a Jeremías.

El viento huracanado nos posee y nos cautiva como al profeta Amos que no puede dejar de evangelizar porque ha escuchado el rugido de la voz de león de la Palabra de Dios. El aire acondicionado lo poseemos nosotros. Él nos pertenece y hasta lo queremos comprar, como Simón el mago con dinero que garantiza título de propiedad.

El viento huracanado es fuego de volcán, el aire acondicionado es una caja de fósforos.

El viento corre sin saber de donde viene ni a donde va. El aire acondicionado esta regido por un manual de operación con leyes, condiciones, con miedos y dudas.

El viento huracanado nos libera del individualismo para formar el único cuerpo de Cristo. El aire acondicionado nos hace egoístas, aislados e independientes.

El viento huracanado nos abre a todos los carismas y no sólo a los que nos gustan o estamos acostumbrados. El aire acondicionado nos hace catalogar algunos carismas como asuntos del pasado, propios de algunos santos, o simplemente se excluyen porque incomodan o comprometen.

El viento huracanado hace presente a Cristo resucitado en la comunidad, la Eucaristía, el pobre, la Escritura. El aire acondicionado lo mira lejos, donde poco tiene que ver con nosotros, como un asunto del pasado que nada tiene que ver con nuestro presente.

El viento huracanado convierte la Escritura en poderosa Palabra de Dios que es viva y eficaz. El aire acondicionada la convierte en un libro de estudio frío e intelectual con bases racionalistas.

El huracán es incontrolable. Cuando mucho podemos medir su fuerza, pero nunca extinguirla. El aire acondicionado se acomoda a la conveniencia de nuestro termostato.

Al huracán se sigue. El aire acondicionado nos sigue hasta en el automóvil o la sala de cine.

El huracán es viento puro, siempre nuevo, que no sabe dar vueltas sobre sí mismo porque no es remolino, sino huracán. Es fuente de agua viva que salta hasta la vida eterna. El aire acondicionado como esas fuentes que la misma agua es bombeada muchas veces. El huracán nos mueve, nos sacude. El aire acondicionado nos hace ponernos cómodos.

El viento huracanado es fuente de libertad. Es libre y nos hace libres. El aire acondicionado es una paloma enjaulada sin libertad para volar por el espacio infinito.

El huracán es un reto que nos desafía a entregar nuestra vida incondicionalmente. El aire acondicionado es un remanso de comodidad que busca cómo servirse de la vida de otros y hasta de Dios

El huracán es imprevisible. Siempre lleno de sorpresas, siempre creativo, siempre nuevo. El aire acondicionado nos abriga para que nadie mire por la ventana. Es una comodidad que nos aletarga y nos impide pensar.

El huracán nos convierte en testigos que no saben lo que van a decir ante los tribunales, pero están seguros de la victoria del bien y la justicia. El aire acondicionado nos hace analistas y calculadores de las cosas de Dios y hasta de El mismo. Llegamos a definir que lo que nosotros pensamos es la voluntad de Dios para nosotros y para los demás.

El viento huracanado nos hace osados en la fe para meter al paralítico por el techo de la casa. El aire acondicionado llena de señales todos los caminos. El miedo se disfraza de prudencia y la conveniencia de tacto político. Todo está previsto, se ha perdido lo más humano: la espontaneidad.

El huracán es imprevisto, como el ladrón que llega sin invitación. El aire acondicionado a ciertas horas del día o por día de la semana.

Pentecostés fue un viento huracanado, que no podemos convertir en aire acondicionado.

José H. Prado Flores

Comentario Personal:en cuantas iglesias , se ve el aire acondicionado, por que es mas cómodo, por que si molesta el aire, lo bajo con el control remoto y a otra cosa, cuantas veces reprimimos al espiritu santo???? por temor a lo que digan los demas integrantes de la iglesia, o por que el cura no se quiere comprometer demasiado.Es tan dificil reprimir al espiritu , y tambien es tan dificil caminar con pastores que solo te arrian, pero no te apacientan.
Crecer en la fé en la áridez de una comunidad es tan difícil.
Por eso Señor: te pido que incendies los corazones , de los pastores que pastorean, que incendies las comunidades que parecen muertos en vida, que solo concurren al templo para no sentirse tan culpables.
Sopla Señor sobre nuestros líderes de la RCC para que incendien , para que verdaderamente haya un nuevo Pentecostes, pero no de aire acondicionado, sino de viento huracanado.Amen!!!!!!

viernes, 29 de febrero de 2008


Mensaje de Nuestra Señora María Reina de la Paz
Medjugorje
Mensaje del 25 de Febrero de 2008


"¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito nuevamente a la oración y a la renuncia. Que su día esté hilvanado de pequeñas y fervientes oraciones por todos aquellos que no han conocido el amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

Carta de Jesús.....


Ámame como eres, ¡ahora mismo! Recuerda, Yo Soy tu Dios; tu Señor; tu Creador; tu Salvador; tu Maestro; tu Hermano; tu Amigo. Si crees en Mí, vivo siempre contigo y te amo; ámame tal como tú eres ahora mismo; lo demás déjamelo a Mí.

Conozco tu miseria, la aflicciones y tribulaciones de tu alma, la debilidad y enfermedad de tu cuerpo, lo mismo que tus pecados; y a pesar de todo Yo te digo: "Dame tu corazón, ámame tal como eres ahora"; si esperas a ser un ángel para amarme, no me amarás jamás. Aunque seas débil en la práctica del deber y la virtud, y caigas nuevamente en los mismos pecados que no quisieras cometer, ¡ámame!, no te permito que no me ames y que no confíes en todo en Mí, mas bien es la razón de que confíes en todo momento en Mí ...

Ámame tal como eres ahora mismo; y confía en Mí en todo instante, en cualquier situación en que te encuentres, en el fervor o en la tibieza, en la fidelidad o en la infidelidad, ámame como tú eres, confía en Mí. Quiero el amor de tu corazón tal como estás, si esperas a ser perfecto, no me amarás jamás. ¡Qué!, ¿no podría Yo, acaso, hacer de cada grano de arena un serafín radiante de pureza, de nobleza y de amor?; ¿no soy Yo el Omnipotente, y no puedo preferir tu corazón al de aquellos posibles serafines perfectos? Hijo mío, deja que te ame, quiero tu corazón, tal como es ahora mismo.

Ciertamente quiero con el tiempo transformarte, pero, por ahora, te quiero como eres y deseo que tú hagas lo mismo. Quiero ver surgir desde el fondo de tu miseria el amor. Amo en ti hasta tu debilidad, amo tu amor pobre y miserable. Anhelo ardientemente que salga de lo más profundo de tu corazón un grito continuo: "Jesús, te amo"; "¡Jesús, confío en Ti!" Quiero únicamente el canto de amor de tu corazón, no necesito tu ciencia o tu talento. Una sola cosa me importa, el verte vivir amando. No son tus virtudes las que quiero, si te las diese, eres tan débil, que alimentarías tu amor propio.

Te podría haber destinado a cosas grandes, pero no serías siervo inútil, te amo aunque te creas poca cosa, porque te he hecho para el amor; para Mi eres algo muy grande, aunque te veas tan humilde como Mi Madre. Yo estoy siempre a la puerta de tu corazón, como un mendigo suplicante; ¡Yo, Rey de Reyes!; te busco y te espero, apúrate y ábreme. No alegues tu miseria; si conocieses perfectamente tu indigencia, morirías de dolor.

Lo que más me heriría el corazón, sería verte dudar de Mi y faltar a la fe, no confiar en Mi. Quiero que pienses y confíes en Mi cada hora del día y de la noche, quiero que tú hagas, aún la acción más insignificante por mi amor. Cuento contigo para que ames y así darme gloria. No te preocupes de no tener virtudes o muchos talentos, te daré los míos. Cuando tengas que sufrir, te daré mi fortaleza. Dame tu amor, y te enseñaré a amar más allá de lo que nunca has soñado, ¡te daré mi Amor!; pero recuerda, ámame tal como eres ahora mismo.

Te he dado a Mi Madre, deja todo en su Corazón Purísimo, pase lo que pase. No esperes a ser Santo para abandonarte al Amor, anda, ámame como eres; Yo estoy locamente enamorado de ti, te espero cada día hecho pan en la Eucaristía; déjate querer, ven a recibirme todos los días; y recuerda, ámame y confía en Mi ahora mismo, tal como eres.

jueves, 28 de febrero de 2008


Salmo 21 DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
Dios mío, Dios mío,¿por qué me has abandonado?
a pesar de mis gritos,mi oración no te alcanza.
Dios mío, de día te grito,y no respondes;de noche,
y no me haces caso;aunque tú habitas en el santuario
,esperanza de Israel.En tí confiaban nuestros padres;
confiaban, y los ponías a salvo;a tí gritaban, y quedaban libres;
en tí confiaban, y no los defraudaste
.Pero yo soy un gusano, no un hombre
,vergüenza de la gente,desprecio del pueblo;
al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza:"acudió al Señor, que lo ponga a salvo;
que lo libre si tanto lo quiere".Tú eres quien me sacó del vientre,
me tenías confiado en los pechos de mi madre;
desde el seno pasé a tus manos,
desde el vientre materno tú eres mi Dios.No te quedes lejos
, que el peligro está cercay nadie me socorre
.Me acorrala un tropel de novillos,
me cercan toros de Basán;
abren contra mí las fauces leones que descuartizan y rugen.
Estoy como agua derramada,tengo los huesos descoyuntados;
mi corazón, como cera,se derrite en mis entrañas;
mi garganta está seca como una teja,la lengua se me pega al paladar;
me aprietas contra el polvo de la muerte.
Me acorrala una jauría de mastines,me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,puedo contar mis huesos.Ellos me miran triunfantes,se reparten mi ropa,echan a suerte mi túnica.Pero tú, Señor, no te quedes lejos;fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.líbrame a mí de la espada,y a mí única vida de la garra del mastín;sálvame de las fauces del león;a éste pobre, de los cuernos del búfalo.Contaré tu fama a mis hermanos,en medio de la asamblea te alabaré.
Comentario: como en esa cruz me siento Señor , que me querés decir con tantas pruebas, que querés de mi Señor?Hoy me siento tan sola como vos en esa Cruz.Necesito de tus brazos , por que soy muy débil.Ven en mi asistencia, rápido, no tardes , que me siento desfallecer.

lunes, 25 de febrero de 2008

Colectivo


Queria avisarle a los Hnos que quieren ir en colectivo el dia 9 de marzo a San Nicolás, que tiene un costo de 15 pesos, y que todavia hay lugares.Último plazo para reserva es el día 29 de febrero.
Comunicarse al teléfono:02477 434512(Carmen o Raúl) o Al 02477440190(Sergio o Stella)
Qué el Señor y la Madre los bendiga!!!!!

Peregrinemos.La madre nos llama..!!!!!


Un nuevo “llamado que brota del Corazón de la Madre”
Y que hermoso es escuchar su voz y acudir a su encuentro !!!


La Renovación Carismática Católica de la Región Litoral responde peregrinando el 9 de marzo a su Santuario en San Nicolás para consagrarse a su Corazón Inmaculado, bajo el Lema:

Devuélvenos la alegría de tu Salvación”
ü 08:00 Hs: nos concentramos en la Plaza 14 de Abril (Frente al
Cementerio local, a dos cuadras del Santuario).
Desde aquí peregrinamos hasta el Campito lindero al Santuario.

ü En el Campito:
Consagración a Maria de San Nicolás.

ü 10:00 Hs: En el CLUB SAN NICOLAS (Ver mapa en hoja siguiente)

Santa Misa Presidida por el Arzobispo de Rosario
Monseñor José Luís Mollaghan.

ü Jornada de Oración, Prédicas, cantos y alabanzas.
ü Servicio de Bufete
ü 18 Hs: Finalización de la Jornada.

La Región Litoral de la Renovación Carismática Católica está compuesta por las Arquidiócesis de Paraná, Santa Fe y Rosario y las Diócesis de Concordia, Gualeguaychú, Rafaela, Venado Tuerto y San Nicolás.

jueves, 21 de febrero de 2008

Lázaro

Hola hnos: en el dia de hoy la palabra nos habla del hombre rico y del hombre pobre llamado Lázaro, y que por esta palabra yo hice mi blog, quería llegar a uds, mostrándole la foto del blog , donde veo a Jesús sosteniendo a un jóven, en estos tiempos , el señor nos pide a nosotros ,los adultos que hagamos lo necesario por los jovenes.Ellos son el Cristo sufriente, a ellos nos debemos, a esos pobres de espiritu y de dinero, que venden su vida por un pedazo de pan , o aquellos que roban por droga, para evadirse de este mundo globalizado.La realidad ha superado ampliamente nuestra imaginación, tenemos drogas, alcohol, delincuencia, prostitución infantil, tratantes de blancas, esclavitud.
Todos estos flagelos se convierten en carceles, nuestros jóvenes están en prisión, pero no estatal, sino en prisión del alma.
Viven en una jaula y que no es de oro y de la cual no tiene la llave, ellos piensan que pueden entrar y salir cuando quieren , pero es lo que les han hecho creer, no deja de ser una jaula.
Por eso este es un tiempo donde la oración debe ser muy fuerte y entregarle a los jóvenes, entregar sus vidas, sus pecados, sus heridas,
Ven Señor Jesús sopla sobre nosotros tu santo espíritu y derrama tus bendiciones, ven con tu poder y salva alos jovenes, aleja el mal , corta y libera señor, las cadenas de las adiciones, de la prostitución, de la pobreza, del trafico de niños, del aborto.
Te pedimos que la Virgen María, nos ayude a adentrarnos en el mar de su mano ,como cristianos, para no seguir siendo tibios, para empezar a crecer en la fe y en el servicio.Amen
Voy a subir al blog una pintura de la virgen que me envio un amigo, y donde la virgen esta sobre el mar, ella nos invita a navegar mar adentro.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Sufre por mis ovejas!!!!!

Sufre por mis ovejas
De los sermones de san Agustín, obispo
(Sermón Guelferbitano 32, sobre la ordenación episcopal: PLS 2, 639-640)

El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Tal es el modo como el Señor se puso a nuestro servicio, y como quiere que nosotros nos pongamos al servicio de los demás. Dio su vida en rescate por muchos: así es como nos redimió.

¿Quién de nosotros es capaz de redimir a otro? Fue su sangre y su muerte lo que nos redimió de la muerte, fue su abajamiento lo que nos levantó de nuestra postración; pero también nosotros debemos poner nuestra pequeña parte en favor de sus miembros, ya que hemos sido hechos miembros suyos: él es la cabeza, nosotros su cuerpo.

El Señor había dicho: El que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Por esto, el apóstol Juan nos exhorta a imitar su ejemplo, con estas palabras: Cristo dio su vida por nosotros; también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

Y el mismo Señor, después de su resurrección, dijo a Pedro: ¿Me quieres? Él respondió: Te quiero. Por tres veces se repitió la misma pregunta y respuesta, y las tres veces dijo el Señor: Apacienta mis ovejas.

«¿Cómo podrás demostrar que me quieres, sino apacentando mis ovejas? ¿Qué vas a darme con tu amor, si todo lo esperas de mí? Aquí tienes lo que has de hacer para quererme: apacienta mis ovejas».

Por tres veces se repiten las mismas palabras: «¿Me quieres?» «Te quiero». «Apacienta mis ovejas». Tres veces lo había negado por temor; tres veces le hace profesión de amor.

Finalmente, después que el Señor ha encomendado por tercera vez sus ovejas a Pedro, al responderle éste con su profesión de amor, con la que condenaba y borraba su pasado temor, añade el Señor a continuación: «Cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras». Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba dar gloria a Dios. Le anunciaba por adelantado la cruz, le predecía su martirio.

El Señor, pues, va más allá de lo que había dicho: Apacienta mis ovejas, ya que añade equivalentemente «Sufre por mis ovejas».

domingo, 17 de febrero de 2008

Tarde te amé!!!!!!!!!


Tarde te amé dios mio,
hermosura siempre antigua y siempre
nueva,tarde te amé.
Tú estabas dentro de mi y yo afuera y asi
por fuera te buscaba y ,
deforme como era, me lanzaba sobre estas
cosas hermosas que Tú creaste.
Tú estabas conmigo pero yo no estaba contigo.
Me llamaste y clamaste y quebrantaste mi sordera;
brillaste y resplandeciste y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume y te aspiré y ahora te anhelo;
gusté de ti y ahora siento hambre y sed de ti .
¡Ay de mi , Señor!!!!Ten misericordia de mi!!!
Yo no te oculto mis llagas.tu eres mi médico
y yo estoy enfermo;Tú eres misericordioso y yo soy miserable..
Toda mi esperanza estriba en tu muy
grande misericordia.

Se vasija nueva




"Levántate y baja a la casa del que trabaja la greda; allí te haré oír mis palabras."

Bajé pues donde el alfarero que estaba haciendo un cántaro, pero este le salió mal, así que lo volvió a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto.

Así te habla Yavé: "Yo puedo hacer lo mismo contigo, pueblo de Israel, como el barro en manos del alfarero, así eres tú en mis manos" Jer. 18. 1-4

Un hombre tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo, hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenia la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabia perfecta para los fines para los que fue creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su deber.
Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguador diciéndole así: Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.

El aguador, le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, solo quedaba dentro de si la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: ¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado; y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar mi hogar. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener mejores resultados, entonces no nos detengamos a quejarnos por nuestros defectos, sigamos adelante y busquemos la mejor cara de todos ellos. Hoy es tu oportunidad para dejarte modelar de nuevo. Tú puedes ser una vasija nueva.

jueves, 14 de febrero de 2008

4.4 ANIMADOS POR EL ESPÍRITU SANTO.Documento de Aparecida



4.4 ANIMADOS POR EL ESPÍRITU SANTO
149. Jesús, al comienzo de su vida pública, después de su bautismo,
fue conducido por el Espíritu Santo al desierto para prepararse a
su misión (cf. Mc 1, 12-13) y, con la oración y el ayuno, discernió
la voluntad del Padre y venció las tentaciones de seguir otros ca-
62 DI 3.
63 Cf. DI 3.
LA VOCACIÓN DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS A LA SANTIDAD
LA VIDA DE JESUCRISTO EN LOS DISCÍPULOS MISIONEROS
104
minos. Ese mismo Espíritu acompañó a Jesús durante toda su
vida (cf. Hch 10, 38). Una vez resucitado, comunicó su Espíritu
vivificador a los suyos (cf. Hch 2, 33).
150. A partir de Pentecostés, la Iglesia experimenta de inmediato fecundas
irrupciones del Espíritu, vitalidad divina que se expresa en
diversos dones y carismas (cf. 1 Co 12, 1-11) y variados oficios
que edifican la Iglesia y sirven a la evangelización (cf. 1 Co 12, 28-
29)
. Por estos dones del Espíritu, la comunidad extiende el ministerio
salvífico del Señor hasta que Él de nuevo se manifieste al
final de los tiempos (cf. 1 Co 1, 6-7). El Espíritu en la Iglesia forja
misioneros decididos y valientes como Pedro (cf. Hch 4, 13) y Pablo
(cf. Hch 13, 9), señala los lugares que deben ser evangelizados
y elige a quiénes deben hacerlo (cf. Hch 13, 2).
151. La Iglesia, en cuanto marcada y sellada “con Espíritu Santo y fuego”
(Mt 3, 11), continúa la obra del Mesías, abriendo para el creyente
las puertas de la salvación (cf. 1 Co 6, 11). Pablo lo afirma de
este modo: “Ustedes son una carta de Cristo redactada por ministerio
nuestro y escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios
vivo” (2 Co 3, 3)
. El mismo y único Espíritu guía y fortalece a la
Iglesia en el anuncio de la Palabra, en la celebración de la fe y en
el servicio de la caridad, hasta que el Cuerpo de Cristo alcance la
estatura de su Cabeza (cf. Ef 4, 15-16). De este modo, por la eficaz
presencia de su Espíritu, Dios asegura hasta la parusía su propuesta
de vida para hombres y mujeres de todos los tiempos y
lugares, impulsando la transformación de la historia y sus
dinamismos. Por tanto, el Señor sigue derramando hoy su Vida
por la labor de la Iglesia que, con “la fuerza del Espíritu Santo
enviado desde el cielo” (1 P 1, 12), continúa la misión que Jesucristo
recibió de su Padre (cf. Jn 20, 21).
152. Jesús nos transmitió las palabras de su Padre y es el Espíritu quien
recuerda a la Iglesia las palabras de Cristo (cf. Jn 14, 26). Ya, desde
el principio, los discípulos habían sido formados por Jesús en
el Espíritu Santo (cf. Hch 1, 2); es, en la Iglesia, el Maestro interior
que conduce al conocimiento de la verdad total, formando discí105
pulos y misioneros. Esta es la razón por la cual los seguidores de
Jesús deben dejarse guiar constantemente por el Espíritu (cf. Ga
5, 25), y hacer propia la pasión por el Padre y el Reino: anunciar la
Buena Nueva a los pobres, curar a los enfermos, consolar a los
tristes, liberar a los cautivos y anunciar a todos el año de gracia
del Señor (cf. Lc 4, 18-19).
153. Esta realidad se hace presente en nuestra vida por obra del Espíritu
Santo que, también, a través de los sacramentos, nos ilumina y
vivifica. En virtud del Bautismo y la Confirmación, somos llamados
a ser discípulos misioneros de Jesucristo y entramos a la comunión
trinitaria en la Iglesia, la cual tiene su cumbre en la Eucaristía,
que es principio y proyecto de misión del cristiano. “Así,
pues, la Santísima Eucaristía lleva la iniciación cristiana a su plenitud
y es como el centro y fin de toda la vida sacramental”64.

Invitación!!!!!!!!!!!!

PRIMERA PEREGRINACION DE LA REGION LITORAL AL SANTUARIO DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN NICOLAS Y ENCUENTRO ORGANIZADO POR LA RENOVACION CARISMATICA CATÓLICA

BAJO EL LEMA: “DEVUELVEME LA ALEGRIA DE TU SALVACION” Sal. 50, 14


DIA: 9 de marzo HORARIO: de 8 a 18 hs.
LUGAR: SANTUARIO DE LA VIRGEN

ABIERTO A TODO EL PUEBLO DE DIOS

DIOCESIS PARTICIPANTES:
• SAN NICOLAS
• ROSARIO
• PARANA
• CONCORDIA
• GUALEGUAYCHU
• VENADO TUERTO
• RAFAELA
• SANTA FE

INFORMES E INSCRIPCION: Tel. 02477- 434512
02477- 440190
03461- 435615
03461- 422618

rccsannicolas@hotmail.com

www.lazaro-carismas.blogspot.com

lunes, 11 de febrero de 2008

MENSAJE DE BENEDICTO XVI


MENSAJE DE BENEDICTO XVI
PARA LA CUARESMA 2008

“Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, por vosotros se hizo pobre” (2Cor 8,9)

¡Queridos hermanos y hermanas!
1. Cada año, la Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos. En el tiempo cuaresmal la Iglesia se preocupa de proponer algunos compromisos específicos que acompañen concretamente a los fieles en este proceso de renovación interior: son la oración, el ayuno y la limosna. Este año, en mi acostumbrado Mensaje cuaresmal, deseo detenerme a reflexionar sobre la práctica de la limosna, que representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. Cuán fuerte es la seducción de las riquezas materiales y cuán tajante tiene que ser nuestra decisión de no idolatrarlas, lo afirma Jesús de manera perentoria: “No podéis servir a Dios y al dinero” (Lc 16,13).
La limosna nos ayuda a vencer esta constante tentación, educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina. Las colectas especiales en favor de los pobres, que en Cuaresma se realizan en muchas partes del mundo, tienen esta finalidad. De este modo, a la purificación interior se añade un gesto de comunión eclesial, al igual que sucedía en la Iglesia primitiva. San Pablo habla de ello en sus cartas acerca de la colecta en favor de la comunidad de Jerusalén (cf. 2Cor 8,9; Rm 15,25-27 ).

2. Según las enseñanzas evangélicas, no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo. Como recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, los bienes materiales tienen un valor social, según el principio de su destino universal (cf. nº 2404).
En el Evangelio es clara la amonestación de Jesús hacia los que poseen las riquezas terrenas y las utilizan solo para sí mismos. Frente a la muchedumbre que, carente de todo, sufre el hambre, adquieren el tono de un fuerte reproche las palabras de San Juan: “Si alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?” (1Jn 3,17). La llamada a compartir los bienes resuena con mayor elocuencia en los países en los que la mayoría de la población es cristiana, puesto que su responsabilidad frente a la multitud que sufre en la indigencia y en el abandono es aún más grave. Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad.

3. El Evangelio indica una característica típica de la limosna cristiana: tiene que ser en secreto. “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha”, dice Jesús, “así tu limosna quedará en secreto” (Mt 6,3-4). Y poco antes había afirmado que no hay que alardear de las propias buenas acciones, para no correr el riesgo de quedarse sin la recompensa de los cielos (cf. Mt 6,1-2). La preocupación del discípulo es que todo vaya a mayor gloria de Dios. Jesús nos enseña: “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestra buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5,16). Por tanto, hay que hacerlo todo para la gloria de Dios y no para la nuestra. Queridos hermanos y hermanas, que esta conciencia acompañe cada gesto de ayuda al prójimo, evitando que se transforme en una manera de llamar la atención. Si al cumplir una buena acción no tenemos como finalidad la gloria de Dios y el verdadero bien de nuestros hermanos, sino que más bien aspiramos a satisfacer un interés personal o simplemente a obtener la aprobación de los demás, nos situamos fuera de la óptica evangélica. En la sociedad moderna de la imagen hay que estar muy atentos, ya que esta tentación se plantea continuamente. La limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y de los hermanos, a imitación de Jesucristo, que muriendo en la cruz se entregó a sí mismo por nosotros. ¿Cómo no dar gracias a Dios por tantas personas que en el silencio, lejos de los reflectores de la sociedad mediática, llevan a cabo con este espíritu acciones generosas de sostén al prójimo necesitado? Sirve de bien poco dar los propios bienes a los demás si el corazón se hincha de vanagloria por ello. Por este motivo, quien sabe que “Dios ve en el secreto” y en el secreto recompensará no busca un reconocimiento humano por las obras de misericordia que realiza.
4. Invitándonos a considerar la limosna con una mirada más profunda, que trascienda la dimensión puramente material, la Escritura nos enseña que hay mayor felicidad en dar que en recibir (Hch 20,35). Cuando actuamos con amor expresamos la verdad de nuestro ser: en efecto, no hemos sido creados para nosotros mismos, sino para Dios y para los hermanos (cf. 2Cor 5,15). Cada vez que por amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado experimentamos que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo como bendición en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría. El Padre celestial recompensa nuestras limosnas con su alegría. Y hay más: San Pedro cita entre los frutos espirituales de la limosna el perdón de los pecados. “La caridad –escribe– cubre multitud de pecados” (1P 4,8). Como a menudo repite la liturgia cuaresmal, Dios nos ofrece, a los pecadores, la posibilidad de ser perdonados. El hecho de compartir con los pobres lo que poseemos nos dispone a recibir ese don. En este momento pienso en los que sienten el peso del mal que han hecho y, precisamente por eso, se sienten lejos de Dios, temerosos y casi incapaces de recurrir a él. La limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos.

5. La limosna educa a la generosidad del amor. San José Benito Cottolengo solía recomendar: “Nunca contéis las monedas que dais, porque yo digo siempre: si cuando damos limosna la mano izquierda no tiene que saber lo que hace la derecha, tampoco la derecha tiene que saberlo” (Detti e pensieri, Edilibri, n. 201). Al respecto es significativo el episodio evangélico de la viuda que, en su miseria, echa en el tesoro del templo “todo lo que tenía para vivir” (Mc 12,44). Su pequeña e insignificante moneda se convierte en un símbolo elocuente: esta viuda no da a Dios lo que le sobra, no da lo que posee sino lo que es. Toda su persona.
Este episodio conmovedor se encuentra dentro de la descripción de los días inmediatamente precedentes a la pasión y muerte de Jesús, el cual, como señala San Pablo, se ha hecho pobre a fin de enriquecernos con su pobreza (cf. 2Cor 8,9); se ha entregado a sí mismo por nosotros. La Cuaresma nos empuja a seguir su ejemplo, también a través de la práctica de la limosna. Siguiendo sus enseñanzas podemos aprender a hacer de nuestra vida un don total; imitándole conseguimos estar dispuestos a dar, no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros mismos. ¿Acaso no se resume todo el Evangelio en el único mandamiento de la caridad? Por tanto, la práctica cuaresmal de la limosna se convierte en un medio para profundizar nuestra vocación cristiana. El cristiano, cuando gratuitamente se ofrece a sí mismo, da testimonio de que no es la riqueza material la que dicta las leyes de la existencia, sino el amor. Por tanto, lo que da valor a la limosna es el amor, que inspira formas distintas de don, según las posibilidades y las condiciones de cada uno.

6. Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma nos invita a “entrenarnos” espiritualmente, también mediante la práctica de la limosna, para crecer en la caridad y reconocer en los pobres a Cristo mismo. Los Hechos de los Apóstoles cuentan que el Apóstol San Pedro dijo al hombre tullido que le pidió una limosna en la entrada del templo: “No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, echa a andar” (Hch 3,6). Con la limosna regalamos algo material, signo del don más grande que podemos ofrecer a los demás con el anuncio y el testimonio de Cristo, en cuyo nombre está la vida verdadera. Por tanto, que este tiempo esté caracterizado por un esfuerzo personal y comunitario de adhesión a Cristo para ser testigos de su amor. María, Madre y Sierva fiel del Señor, ayude a los creyentes a llevar adelante la “batalla espiritual” de la Cuaresma armados con la oración, el ayuno y la práctica de la limosna, para llegar a las celebraciones de las fiestas de Pascua renovados en el espíritu. Con este deseo, os imparto a todos una especial Bendición Apostólica.

Vaticano, 30 de octubre de 2007
Benedicto XVI

jueves, 7 de febrero de 2008

Hoy, 7 de febrero es mi cumpleaños!!!!!


Quiero darte gracias ,Señór por conocerme desde antes de gestarme, por tener mi nombre en la palma de tu mano, por ser tan misericordioso conmigo, por todo lo que me has regalado, por haberme encontrado, sino que hubiera sido de mi.
Gracias Señor por regalarme la vida.

Carta Encíclica Spe salvi



I. La oración como escuela de la esperanza
32. Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios.
Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar–, Él puede ayudarme. Si me veo relegado a la extrema soledad...; el que reza nunca está totalmente solo. De sus trece años de prisión, nueve de los cuales en aislamiento, el inolvidable Cardenal Nguyen Van Thuan nos ha dejado un precioso opúsculo: Oraciones de esperanza. Durante trece años en la cárcel, en una situación de desesperación aparentemente total, la escucha de Dios, el poder hablarle, fue para él una fuerza creciente de esperanza, que después de su liberación le permitió ser para los hombres de todo el mundo un testigo de la esperanza, esa gran esperanza que no se apaga ni siquiera en las noches de la soledad.
33. Agustín ilustró de forma muy bella la relación íntima entre oración y esperanza en una homilía sobre la Primera Carta de San Juan. Él define la oración como un ejercicio del deseo. El hombre ha sido creado para una gran realidad, para Dios mismo, para ser colmado por Él. Pero su corazón es demasiado pequeño para la gran
realidad que se le entrega. Tiene que ser ensanchado. « Dios, retardando [su don], ensancha el deseo; con el deseo, ensancha el alma y, ensanchándola, la hace capaz [de su don] ». Agustín se refiere a san Pablo, el cual dice de sí mismo que vive lanzado hacia lo que está por delante (cf. Flp 3,13). Después usa una imagen muy bella para
describir este proceso de ensanchamiento y preparación del corazón humano. «Imagínate que Dios quiere llenarte de miel [símbolo de la ternura y la bondad de Dios]; si estás lleno de vinagre, ¿dónde pondrás la miel?» El vaso, es decir el corazón, tiene que ser antes ensanchado y luego purificado: liberado del vinagre y de su sabor.
Eso requiere esfuerzo, es doloroso, pero sólo así se logra la capacitación para lo que estamos destinados. Aunque Agustín habla directamente sólo de la receptividad para con Dios, se ve claramente que con este esfuerzo por liberarse del vinagre y de su sabor, el hombre no sólo se hace libre para Dios, sino que se abre también a los
demás. En efecto, sólo convirtiéndonos en hijos de Dios podemos estar con nuestro Padre común. Rezar no significa salir de la historia y retirarse en el rincón privado de la propia felicidad. El modo apropiado de orar es un proceso de purificación interior que nos hace capaces para Dios y, precisamente por eso, capaces también para
los demás. En la oración, el hombre ha de aprender qué es lo que verdaderamente puede pedirle a Dios, lo que es digno de Dios. Ha de aprender que no puede rezar contra el otro. Ha de aprender que no puede pedir cosas superficiales y banales que desea en ese momento, la pequeña esperanza equivocada que lo aleja de Dios.
Ha de purificar sus deseos y sus esperanzas. Debe liberarse de las mentiras ocultas con que se engaña a sí mismo: Dios las escruta, y la confrontación con Dios obliga al hombre a reconocerlas también. «¿Quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta », ruega el salmista (19[18],13). No reconocer la culpa, la ilusión de inocencia, no me justifica ni me salva, porque la ofuscación de la conciencia, la incapacidad de reconocer en mí el mal en cuanto tal, es culpa mía. Si Dios no existe, entonces quizás tengo que refugiarme en estas mentiras, porque no hay nadie que pueda perdonarme, nadie que sea el verdadero criterio. En cambio, el encuentro con Dios
despierta mi conciencia para que ésta ya no me ofrezca más una autojustificación ni sea un simple reflejo de mí mismo y de los contemporáneos que me condicionan, sino que se transforme en capacidad para escuchar el Bien mismo.
34. Para que la oración produzca esta fuerza purificadora debe ser, por una parte, muy personal, una confrontación de mi yo con Dios, con el Dios vivo. Pero, por otra, ha de estar guiada e iluminada una y otra vez por las grandes oraciones de la Iglesia y de los santos, por la oración litúrgica, en la cual el Señor nos enseña constantemente a rezar correctamente. El Cardenal Nguyen Van Thuan cuenta en su libro de Ejercicios espirituales cómo en su vida hubo largos períodos de incapacidad de rezar y cómo él se aferró a las palabras de la oración de la Iglesia: el Padrenuestro, el Ave María y las oraciones de la Liturgia. En la oración tiene que haber siempre esta interrelación entre oración pública y oración personal. Así podemos hablar a Dios, y así Dios nos habla a nosotros. De este modo se realizan en nosotros las purificaciones, a través de las cuales llegamos a ser capaces de Dios e idóneos para servir a los hombres. Así nos hacemos capaces de la gran esperanza y nos
convertimos en ministros de la esperanza para los demás: la esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás. Y es esperanza activa, con la cual luchamos para que las cosas no acaben en un « final perverso ».
Es también esperanza activa en el sentido de que mantenemos el mundo abierto a Dios. Sólo así permanece también como esperanza verdaderamente humana.