LA SANACION A TRAVÉS DEL PERDON
Todos deseamos la salud y cuando nos enfermamos,
buscamos la sanación tanto acudiendo a los médicos como
pidiendo que oren por nosotros. Y no siempre vemos
resultados en ello; más aún, con el tiempo los males se
agravan. "Hay pocas cosas que sean una barrera mayor
para la sanación que la falta de perdón. Muchas veces la
gente con poca fe se sana por la tremenda fe de la
comunidad, pero si las personas por las cuales se ora
albergan falta de perdón, no serán sanadas hasta que no
hayan perdonado. El poder sanador de nuestro Señor
Jesucristo no puede penetrar a través de la falta de
perdón". ("Ministerio de sanación" del P. Roberto De
Grandis.)
De la misma manera, en nuestra vida espiritual sentimos
sequedades, noches obscuras, poca atracción en la oración
y a pesar de nuestros esfuerzos, poco o nada adelantamos.
Es cierto que muchas veces las sequedades y el no sentir
gusto en la oración, son una prueba de Dios; pero en la
mayoría de los casos, es porque tenemos bloqueos en
nuestro interior que no nos dejan abrirnos al amor de Dios.
Una de las raíces de nuestras enfermedades tanto físicas
como espirituales, la encontramos en la falta de perdón.
Ante alguien que nos ataca, que viene para hacernos daño,
tanto en forma real como desde nuestra percepción
subjetiva, surge en nosotros el miedo, el enojo, el creernos
culpables, el replegarnos dentro de nosotros mismos para
defendernos. "Cuando hemos sufrido, conscientemente o
no, hemos culpado a alguien por nuestro dolor o por
nuestro fracaso. Y la falta de perdón a ese que culpamos es
lo que ha trastocado nuestra armonía interior, y sigue
siendo una espina que no nos deja vivir libres. El perdón es
lo que desata el nudo interior y libera al hombre
angustiado." ("Sanar un amor herido" de Víctor Manuel
Fernández).
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