Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo.
Decidme ¿en qué me detengo?
O Vos ¿en qué os detenéis?
Alma ¿qué quieres de mí?
-Dios mío no más que verte.
-Y ¿qué teméis más de ti?
- Lo que más temo es perderte.
Un alma en Dios escondida
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y en amor toda escondida
tornarte de nuevo a amar?
Un amor que ocupe os pido,
Dios mio, mi alma os tenga,
para hacer un dulce nido
adonde más la convenga.
jueves, 17 de julio de 2008
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